Friday, October 16, 2015

Mutilaciones de ganado: La misteriosa nave nodriza de Colorado (1976)



1976: La misteriosa nave nodriza de Colorado
Por Jerome Clark, Revista SAGA UFO, Octubre 1977
Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi

[La masificación de datos que tratan sobre el fenómeno ovni debido a la cantidad francamente abrumadora de páginas web, blogs, podcasts y listas de correo nos ha hecho olvidar información muy interesante por verdaderos expertos y no meramente adeptos del tema. Este artículo por el investigador y autor Jerome Clark aborda precisamente uno de estos aspectos olvidados – SC]

Desde hace ya meses, los vecinos del condado de Logan en el estado de Colorado (EEUU), y sobre todo sus agentes de policía, han estado mirando a “Big Mama”. No, no es el mote de radio que utiliza alguien, sino una enorme nave nodriza que ha confundido a los residentes del noreste de Colorado desde el pasado noviembre.

El condado de Logan es tierra de mutilaciones. Entre agosto de 1975 y diciembre de 1976, han muerto más de 70 cabezas de ganado bajo circunstancias extrañas, con la sangre vaciada, las porciones incomestibles de su anatomía extraídas con precisión quirúrgica. Agentes del orden público y ganaderos rechazan de manera unánime la explicación oficial, que achaca la muerte de los vacunos a depredadores naturales.

Por una parte, los “depredadores naturales” no dejan “marcas huecas” (el término empleado por el comisario Tex Graves) cerca de los animales muertos. Graves atribuye estas marcas a “la posibilidad de un aparato aéreo desconocido”. Él mismo ha encontrado estas marcas dos veces, aunque tiene conocimiento de casos semejantes en otras partes.



El comisario las encontró por primera vez al lado de dos vacunos mutilados. Las marcas estaban a una distancia de cinco pies entre sí, formando un patrón triangular. Siete pulgadas de un lado al otro y dos pulgadas y media de profundidad, como si hubiesen sido hechas por un plato sopero. Graves descartó la posibilidad de que un avión convencional fuese el culpable debido a la ausencia del efecto producido por los rotores.

En la segunda ocasión, el comisario halló tantas huellas que era imposible determinar el patrón, si efectivamente lo había. Se dispersaban hacia el este, hacia el norte y oeste del cadáver del animal, desapareciendo a unos 50 pies de distancia. Pero dos días después, cuando regresaba al lugar de los hechos, se encontraba que había marcas que no habían estado antes: tres marcas circulares en la tierra formando un triángulo cuyos lados distaban 13 pulgadas el uno del otro.

En cada uno de estos casos, los testigos afirmaban haber visto luces raras en el cielo la noche anterior. Graves toma los avistamientos con mucha seriedad. Después de todo, ha visto a “Big Mama”.
Entre los que la han visto regularmente figuran: el subcomisario Jerry Wolever, el alguacil en jefe Tom Bohannan, los alguaciles Bob Stone y Gary Cure, el reportero Bill Jackson del Sterling Journal-Advocate y Jake Gonseth, director de la estación de radio KGEK de la ciudad de Sterling. Dortohy Aldridge escribió lo siguiente en el Colorado Springs Gazette Telegraph (25 abr 1977), describiendo lo que han visto:

“Big Mama se asemeja al borrador de un lápiz, y su acompañante al tamaño de la punta de una aguja, en comparación. Puedes estar viendo las estrellas y cinco minutos después verás a Big Mama. Si está cerca, o a baja altura en el cielo, podrás ver una gran luz blanca debajo de ella, con luces rojas y verdes a cada lado. A la distancia, las luces parpadean blanco, luego verde, luego rojo, como una luz rotante. Por la mayor parte, [Big Mama] sencillamente se cierne. Repentinamente sale un hilo de luz del fondo de la nave grande hacia el OVNI bebé, y Big Mama comienza a alejarse lentamente. Luego, como si hubiese activado un retrocohete, el OVNI pequeño se pierde de vista con rapidez. Big Mama sencillamente se queda ahí por algún rato, y luego desaparece o apaga sus luces. Ninguno de los testigos ha escuchado sonidos provenientes de ninguna de estas naves, y nadie ha visto a la pequeña internarse dentro de la grande, ni siquiera encontrarse con ella de nuevo”.
Big Mama ha sido rastreada por radar (poniendo fin a una teoría promulgada por Ed Sanders en el número de mayo ’77 de la revista OUI, teorizando que Mama es una especia de holograma laser proyectado al cielo por siniestros agentes del gobierno). El comisario Graves manifiesta que el radar pudo cómo se movía el objeto desde los 21,000 pies de altura a los 44,000 en tres segundos, habiendo estado cerniéndose anteriormente.

De hecho, hay más de una “Big Mama”. Dice el comisario Graves: “Si miras más abajo en el cielo, a veces puedes ver que hay entre dos a cinco de ellas. Repentinamente forman un grupo y se marchan”.
El reportero Jackson agrega: “El subcomisario y yo vimos a Big Mama una noche cuando brillaba mucho. La luz se redujo al tamaño de un punto, luego aumentó y acrecentó su brillo. Después de un rato ya no estaba. O apagó sus luces o se fue”.

Jackson y el subcomisario Wolever han subido a la atmosfera para acercarse más a Mama y posiblemente identificarla mejor. Esto no les ha sido de gran provecho. “Volamos a los 10,000 pies de altura y ella estaba más lejos de nosotros que cuando comenzamos”, afirma Wolever. “Nunca podemos acercarnos porque ella juega con nosotros. Se distancia de nosotros, o desaparece del todo”. También han utilizado prismáticos y telescopios.

Big Mama podrá ser extraña pero algo, o alguien, más raro aún se apareció en los lotes de cebado en cuatro ocasiones distintas durante la primera semana de agosto de 1976. Y por primera vez, los observadores llegaron a ver a los mutiladores haciendo sus fechorías.

Durante tres días consecutivos se produjeron muertes de vacunos por las noches en el Lote de Cebado Lebsack, siete millas al suroeste de Stirling. Como siempre es el caso con las mutilaciones, los investigadores no hallaron huellas ni otra evidencia. Finalmente, dos baquianos decidieron apostarse en torno al lote con la esperanza de observar a los mutiladores.
Nada sucedió la primera noche. Pero a la segunda noche (5 ago 1976), mientras que miraban desde la cima de un elevador de grano, tres “figuras casi humanas” pasaron por encima de la cerca del lote de cebado. Los hombres informarían posteriormente al comisario que las figuras, vestidas en lo que parecían ser trajes impermeables amarillos, no trepaban ni caminaban, sino que se deslizaban.
Estos seres – que es lo que hay que llamarles – cortaron y mutilaron una vaca Hereford de 1,200 libras de peso, pero para cuando llegaron dos coches llenos de policías, los seres se habían esfumado, perdiéndose en la oscuridad. No dejaron huella alguna en el terreno enlodado ni sobre la cerca. (El artículo de Sanders en OUI declara que las figuras vistas por los hombres eran “oides” – su propio término para los seres denominados Piegrande u hombrimales por los forteanos. Esto no es cierto. Bob Warth de la Society for the Investigation of the Unexplained entrevistó a los empleados del lote de cebado así como a varios agentes que participaron en la investigación. Todos aseveraron que las figuras eran definitivamente humanas en su aspecto, si no en su comportamiento.

Este extraño incidente parece confirmar el concepto de que algunas mutilaciones de ganado, por lo menos, tienen una causa paranormal o relacionada con el fenómeno ovni.

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