Sunday, March 02, 2014

Entrevista a Scott Corrales por Eva García Fornet



Entrevista a Scott Corrales, Inexplicata
Por Eva García Fornet


-¿Cuándo te empieza a interesar el fenómeno OVNI?

Antes que nada, Eva, muchísimas gracias por tomar de tu tiempo para hacerme estas preguntas. Es un honor y un placer poderte contestar. Pues entremos en materia. Allá por 1970 se editaba una revista de cómics europeos llamada STRONG (con Ultrasón el Vikingo, Lucky Luke, etc.) y una de sus secciones preguntaba si “¿verdaderamente existen los ovnis?” Pues naturalmente, me puse a leer y me quedé fascinado con la posibilidad de que seres de otros mundos visitaban al nuestro con fines inexplicados. Desde muy pequeño estuve interesado en las series espaciales, y a los cinco años de edad, me sentaba a ver “Los invasores” aunque no me gustaba la forma en que se esfumaban los extraterrestres al morir. Posteriormente llegarían a mis manos ejemplares de la desaparecida revista mexicana DUDA, que se dedicaba semanalmente a presentar misterios sacados de los libros de Frank Edwards, Jacques Bergier y Louis Pauwels, y selecciones de la británica Flying Saucer Review. El ambiente estaba saturado de películas, series, dibujos, comics y juguetes de corte espacial o extraterrestre.

-¿Cuáles han sido tus grandes influencias a la hora de enfocar el fenómeno OVNI?

De no haber sido por largas y repetidas lecturas de los libros de John A. Keel, Salvador Freixedo y Jacques Vallée, creo que me hubiese quedado en la etapa de “¡qué bien, nos visitan nuestros hermanos de otros planetas con nombres griegos!” Estos escritores presentaban posibilidades y teorías mucho más avanzadas y profundas que daban a entender que aquello que volaba sobre nuestras cabezas, aterrizaba en nuestros campos y secuestraba a nuestros conciudadanos no era necesariamente positivo ni físico, y que había estado con nosotros desde que salimos de las cavernas. Keel hablaba de ultraterrestres provenían del “superespectro”, Freixedo nos advertía contra los juegos de los “dioses” y Vallée presentaba la posibilidad de que los ovnis y sus tripulantes eran versiones contemporáneas de los duendes, hadas y trasgos que formaban parte del bagaje cultural europeo, y de tantas otras culturas alrededor del mundo. Eran libros difíciles de conseguir, y te digo que uno de ellos, que conocía de nombre, no lo llegué a leer sino hasta mediados de los ’90.

-Inexplicata se caracteriza por la inmediatez, la colaboración. Los casos reportados son analizados inmediatamente y puestos gratuitamente a disposición del público, lo que supone un ingente esfuerzo y dedicación. ¿Cómo y cuándo surge la idea de Inexplicata?

Muy buena observación. Mucho antes de Inexplicata tenía un boletín llamado Samizdat que publicaba informes un tanto más largos, hasta que un lector estadounidense me escribió para decirme: “está muy bien, pero la información ya está bastante vieja para cuando se publica el boletín”. Enfrentábamos la necesidad, entonces, de presentar la información de manera más oportuna, y lo logramos mediante la difusión a distintas webs y listas de correo de traducciones de las noticias tan pronto como nos llegaban. El proyecto de Inexplicata consistía, originalmente, en crear un cuaderno para esos trabajos largos que habían formado parte de Samizdat, y que permitían dar a conocer los esfuerzos investigativos de escritores hispanoparlantes en un medio anglosajón (USA, RU, Australia, Canadá) y tuvimos éxito. Pero nuevamente, redactar e imprimir cuadernos disponibles sólo a vuelta de correo restringía el acceso a la información, así que Inexplicata se volvió electrónica en el 2005, y seguimos en ello. Como nota curiosa te digo que el artículo que más éxito tuvo fue la traducción de una nota de Javier García Blanco sobre los ovnis y la guerra civil. El fallecido autor Gordon Creighton quedó encantado cuando lo leyó, y creo que lo incluyó en Flying Saucer Review. Cuando lo subimos al blog años después, se repitió esa aceptación pero en la web de Coast to Coast AM, el programa radial más importante de EE.UU.

-Escritor, editor, traductor, investigador, ¿qué actividad te ha dado mayores satisfacciones personales y profesionales?

Escritor, sin duda. Y eso es porque no siempre escribí sobre el tema del misterio. Mis primeros pasos fueron en la ciencia-ficción, y de hecho me puse a escribir porque no podía encontrar libros en las librerías que me interesaran. Así que me lancé a escribir los temas que me gustaban en una libreta y con un bolígrafo. Sin embargo, esos esfuerzos nunca llegaron a un público tan amplio como el que he podido alcanzar con los temas paranormales. Si Vallée no hubiese mencionado en sus libros que el “Defendámonos de los dioses” de Freixedo seguía sin estar disponible en inglés, tal vez me hubiese quedado como espectador de estos temas. Logramos presentar “Visionarios, místicos y contactos extraterrestres” a la comunidad ovni anglolectora en 1992, recibiendo unas reseñas muy halagadoras.

-¿Qué es el universo para ti?

El universo es todo lo que podemos ver y todo lo que llevamos dentro de nosotros. Decir que es un espacio que se extiende tantos por tantos años luz en todas la direcciones se limita a lo palpable y visible; las posibilidades del universo que no podemos ver no pueden se cuantificadas con facilidad.

-¿Son tus gatos espías enviados por extraterrestres?

Me gustaría creer que es así, pero si les han asignado una misión específica, no la han cumplido muy bien. Aunque si su misión consiste en interrumpirme mientras que estoy trabajando, a veces se salen con la suya. Eso, y meterse de detrás del ordenador para andar con los cables.

-¿Dime la verdad, crees en los cylons?

Los cylons fueron un gran concepto en su formulación original: una especie reptiliana cuyos trajes espaciales eran, por así decirlo, las armaduras que llegamos a conocer en la serie de los ’70. Eran una sociedad estratificada, controlada por varios superlagartos que ostentaban el rango de “imperioso líder” y cuyos validos eran robots de cabeza puntiaguda. Uno de ellos se llamaba Lucifer, que se convirtió en el asesor del conde Baltar, el humano traidor, que me recordaba poderosamente al Ganelón de las leyendas carolingias, enemigo mortal de Roldán. Los cylon modernos y sus doce modelos son interesantes en que juegan con nuestra paranoia. ¿Podrá ser este o esta un cylon? ¿Cómo saberlo sin que sea demasiado tarde? Refleja en cierto modo la paranoia estadounidense hacia los comunistas en los ’50 y ’60. Esa encantadora familia que te saluda desde el otro lado de la calle puede estar al servicio de Moscú...¡o de Beijing, en la actualidad!

- Descríbeme tu biblioteca.

Ocupa varios cientos de libros que van desde textos de historia antigua a ciencias políticas contemporáneas. El libro más antiguo en mi colección es una versión de la “decadencia y caída del imperio romano” de Edward Gibbon, impreso en seis tomos en 1856 con la encuadernadura original, y siempre lo tengo cerca. Cuando lo conseguí, me propuse leer un tomo todos los veranos por espacio de seis años, y así lo hice. Luego están los libros de ovnis, temas paranormales, seres extraños, civilizaciones desaparecidas, etcétera.

-Gracias a las puertas multidimensionales, seres como el chupacabras y bigfoot se colarían en nuestra realidad. Los científicos elaboran teorías cada vez más complicadas sobre nuestro universo (dimensiones paralelas, etc). De hecho, la teoría sobre puertas dimensionales que se abren y se cierran no sería tan descabellada. ¿Crees en esa teoría?

Desde siempre, y confieso que me da un poco de miedo. No me quiero imaginar la clase de mundo que pudiese dar origen a esos seres, ya que sería como el infierno de las religiones occidentales. El doctor Berthold Schwarz, psicólogo de gran distinción que se interesó en el tema de los ovnis, sugirió que ese mundo o dimensión debe estar totalmente a oscuras, a juzgar por el detalle de los ojos fosforescentes que aparecen en la descripción de muchos seres parecidos. Otras teorías y descripciones de mundos paralelos son mucho más bondadosas, como las de Robert Monroe, que lograba visitar realidades paralelas en viajes astrales, describiéndolas en unas serie de libros que se siguen leyendo hoy en día. En lo personal creo que los sueños más complejos que experimentamos los humanos son vistazos a estas otras realidades, tal vez vidas paralelas que estamos viviendo. Por ejemplo, de vez en cuando sueño con una ciudad que me es totalmente conocida, pero enteramente distinta en el mundo onírico. Sin embargo, sé donde queda tal o mas cual sitio en ese mundo, con autopistas, calles llenas de comercios, etcétera. Tal vez exista una dependencia mutua entre nuestras identidades paralelas. ¿Quién sabe si a veces le hemos salvado la vida a una de nuestras versiones en otra realidad? Para los científicos esto es fantasear de lo lindo, claro. Pero aún así me intriga.

-¿En Pennsylvania son habituales las apariciones de Bigfoot. Has visto alguna vez alguno? Organizas excursiones familiares los domingos para rastrear sus huellas?

Cuando me mudé a Pennsylvania sí – visitar los sitios que formaban parte del haber paranormal del estado era obligatorio, como la isla Presque en el lago Erie, donde se produjo un caso famoso de aterrizaje ovni en los ’60. Nunca he visto nada fuera de lo normal, ni en el cielo ni en la tierra, aunque sí he tenido experiencias anómalas que no tienen que ver con ovnis. Para poder decir “he visto un ovni” tendría que haber visto un objeto volando a baja altura y con una estructura claramente visible. Lo mismo digo de Bigfoot, aunque los que lo han encontrado dicen que el hedor es inconfundible.

-¿Cuál es el caso que te ha intrigado más en tu vida de investigador y te ha despertado más interrogantes?

Me quedo con uno que nadie ha podido desmentir, aunque la moda actual consiste en echar por tierra todos los casos antiguos. Se le conoce como el caso de Cisco Grove, California. Unos senderistas penetraron en el bosque y se separaron. El protagonista vio luces en la oscuridad y pensó que eran sus amigos, pero descubrió que eran un enorme robot (o ser de movimientos mecánicos) que le obligó a trepar un árbol. El protagonista abrió fuego contra la mole de ojos rojos, que lanzaba un vapor nauseabundo, pero las balas no surtían efecto. Comenzó a lanzar monedas, llaves, y todo lo que llevaba encima contra el desconocido, llegando al extremo de arrancarse prendas de vestir, prendiéndoles fuego y arrojándolas contra el ser. Y como las cosas siempre van de mal en peor, apareció otro aparato o ser parecido con una figura humanoide en un traje plateado, que parecía dirigirlos. El humanoide trató de subir al árbol infructuosamente y el suplicio se extendió toda la noche hasta que el protagonista – el “doctor S”, como lo llaman la crónicas – perdió el conocimiento. Al día siguiente sus amigos lo hallaron con la ropa hecha jirones, y en lo alto de un árbol.

-¿Qué relación existe entre las misteriosas apariciones del Mothman y los sueños premonitorios que tuvieron varios habitantes de Point Pleasant acerca del hundimiento de un puente ubicado en dicho pueblo?

De eso iba el libro “The Mothman Prophecies” de John Keel. Algunos llegaron a pensar que las apariciones del ser eran premonitorias, pero la verdad es que muchos otros extraños se personaron en el pueblo durante aquel momento, sobre todo un par de “gemelos” vestidos de manera idéntica que se subieron al puente con el calzado totalmente incorrecto para hacerlo. Los hombres de negro se dieron la vuelta por Point Pleasant para “entrevistar” a los testigos, infundiéndoles temor.

-¿Bigfoot, podría ser una proyección subconsciente de nosotros mismos, es decir, de la parte irracional que hay dentro de nosotros, una categoría psicológica, una proyección que nos recuerda lo que fuimos un día?

Se ha hablado mucho sobre la insubstancialidad de Bigfoot – hay gente que ha apuntado linternas contra el ser y afirman que los haces de luz lo traspasaban como si fuese una proyección. Se ha dicho también que el Bigfoot es una proyección de id freudiano, un ser que encarna todo lo negativo en la mente humana, y se manifiesta de tal forma. Pero los cazadores no entienden de filosofías. Para ellos Bigfoot es un “superoso” que hay que cazar, enviar al taxidermista, y luego pasearlo por los carnavales para hacer alarde de su valentía y claro, hombría. Tuve que quitar un vídeo sobre Bigfoot de YouTube porque dos personas interesadas en el tema llegaron al grado de divulgar sus domicilios por si el otro era tan bravo como para visitarlo y pelear. Se ha dicho también que estos seres no son malos de por sí, pero que ejercen un efecto nocivo sobre el temperamento de los humanos. Y hemos presenciado desgracias en ese aspecto.

-¿Has hablado de la relación entre la NASA y Latinoamérica. Podía ser el chupacabras un producto de experimentos científicos? Pero qué propósito tendrían esos experimentos según tú?

Eso se debatía a mediados de los ’90 por los logros en el campo de la genética, sobre todo aquella famosa foto del ratón con la oreja humana que crecía de su espalda. Si la ciencia podía hacer eso, entonces la “ciencia oculta” del presupuesto negro militar era capaz de mucho más, y como la obsesión del momento eran los “grises” que secuestraban a la gente, tal vez el chupacabras con su cabeza parecida a la de los grises, cuerpo y brazos de canguro, representaba una fusión de ambas especies. Budd Hopkins escribiría muchos años después sobre los avances en los experimentos transgénicos. De ser cierto – y eso es algo que nunca llegaremos a conocer – siempre habría que pensar en un propósito militar. Aunque esa era la fiebre del momento: poder explicar el fenómeno en términos racionales, cuando los eventos realmente se escapaban a la lógica.

-¿Cuál es tu teoría sobre los hombres de negro?

Dos posibilidades: o eran agentes de la inteligencia militar de su momento (el escuadrón 1127) o eran seres interdimensionales. Ahora han pasado a convertirse en accesorios fijos de la ciencia-ficción gracias a películas como “Dark City” y series como “Fringe”.

-¿Hay algún caso OVNI en Escandinavia que te gustaría investigar a fondo?

Sí, decididamente hay uno. Las luces extrañas que suelen ver en el lago Rasvalen y que fueron dadas a conocer por el periodista Jan-Ove Sundberg. Aunque se dijo que se trataba de un “monstruo marino” como el de Loch Ness, se mencionaba que el lago suele iluminarse desde las profunidades como si una enorme luz de bengala estuviese a punto de romper la superficie. Algo parecido sucedió en el lago Storsjon en Jamtland. La relación entre los lagos y lo misterioso también me apasiona, teniendo tan cerca a los Grandes Lagos, que tienen leyendas y casos increíbles que se remontan a la llegada de los primeros exploradores franceses e ingleses.

-¿Si estuviese disponible la máquina del tiempo, a qué época viajarías? Por qué?

Bizancio, sin duda alguna. Me fascina el imperio bizantino, y seguramente me metería en algún enredo “bizantino” y saldría mal parado. Es una época de transición increíble, si consideramos que los bizantinos – mayormente griegos y armenios – se consideraban romanos, ¡y su idioma era el griego! El Imperio Romano de Oriente, como aparecía en los mapas. Aunque tal vez no me gustaría tener una máquina del tiempo, sino un cronovisor que me permitiese ver distintas épocas. En lo personal creo que los viajes en el tiempo son posibles y que seríamos como fantasmas para aquellos que nos pudiesen ver paseando por las calles de Constantinopla. ¿Quién sabe si muchos fantasmas que vemos ahora son viajeros en el tiempo?

-¿Personaje favorito de Star Trek?

Ahhh, ¿serie clásica o moderna? Nunca me incliné por los tripulantes de la Enterprise sino por los klingonianos. De la serie antigua sería Kang, interpretado por Michael Ansara, que aparece en un sólo capítulo (“Day of the Dove”) pero que sirvió para fijar la imagen que tenemos de esa raza de guerreros adversarios de los humanos. De la serie moderna, diría que Worf, porque nos permite ver un personaje verdaderamente alienígena, abriéndose camino en un mundo mayormente controlado por humanos a pesar de ser klingoniano, y viviendo bajo la constante sospecha de los suyos, que lo consideran apátrida.

-¿Cuál es tu canción favorita de los Rolling Stones? Por qué?

Mi canción favorita de los Rolling Stones siempre ha variado con el tiempo, ya que los llevo escuchando seguidamente desde 1975 cuando salió “Fool to Cry” por la radio, o tal vez antes. Si tuviese que elegir sólo una de entre 400 temas de los Rolling, me quedaría con “Before They Make Me Run” del disco “Some Girls” de 1978. Es el tema que canta Keith Richards en ese disco, y reza así – “cuando se ha dicho todo lo que hay que decir, tendré que irme a pesar de la diversión, y caminaré antes de que me obliguen a correr”. Un tema desafiante que resume la vida del cantante, pero que también refleja mi forma de ver la vida. Recuerdo que fue la frase que utilicé para mi foto del anuario universitario.

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