Saturday, January 08, 2011

Conspiraciones: Una de KAL y otra de arena

















Una de KAL y otra de arena
Por Scott Corrales
(c) 2011


Hay conspiraciones imborrables, invulnerables al paso del tiempo y al olvido de los medios, que están más interesados en la sensación farandulera más novedosa. Hay conspiraciones alarmantes, que resurgen al menos una vez por década, alimentando las calderas de las revistas especializadas y representando una fuente de ingresos para el escritor avispado. Pero hay conspiraciones que caen totalmente en el olvido...conspiraciones que a pesar de haber sido ampliamente difundidas en su momento, no tuvieron la masa crítica – por decirlo así – para convertirse en estrellas en el oscuro mundo de la especulación.

Y la siguiente es una de ellas.

Durante mi primer año en la universidad, descubrí que además de los clubes políticos establecidos en el ámbito académico (los republicanos y demócratas universitarios) existían otros grupos como YAF – los “young americans for freedom” – colectivo derechista creado por un legislador sureño con las mismas miras ultraconservadoras que la famosa sociedad John Birch. Teniendo por compañeros de facultad a algunos de sus integrantes, la noticia de que el fundador de su sociedad había muerto les sacudió totalmente. Las circunstancias de su fallecimiento son conocidas de todos y en todas partes del mundo.

En el otoño de 1983, la situación mundial era más inestable que nunca a la par que la entonces pujante Unión Soviética y los EE.UU. proseguían su juego de ajedrez planetario: ayuda a grupos insurgentes y terroristas, despliegue de proyectiles de alcance intermedio, invasiones de pequeños países, y naturalmente, una carrera armamentista desenfrenada. El 1ro de septiembre de 1983, dos interceptores soviéticos dispararon contra un Boeing 747 propiedad de Korean Air Lines (vuelo KAL 007) sobre el Mar de Japón, justo al sur de la gran isla siberiana de Sakhalin. Entre los doscientos y tantos muertos que se dirigían desde Estados Unidos a Corea del Sur estaba Larry McDonald, el antes mencionado fundador de los YAF, y la causa de gran lamentación por sus seguidores.

La URSS afirmó que el vuelo había irrumpido en el espacio aéreo soviético durante la prueba de un misil, acusando a EE.UU. de sacrificar las vidas de los pasajeros para encubrir sus actividades de espionaje, o peor aún, provocar un enfrentamiento armado entre las superpotencias. Rusia se negó a cooperar con las autoridades internacionales, aunque la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés) llegó a determinar que un error de navegación efectivamente había resultado en la desviación del aparato sobre la península de Kamchatka, en vez de seguir un rumbo más al sur sobre Japón y de ahí a Corea. Los generales encargados de las defensas soviéticas – Kamensky y Kornukov – tenían órdenes de destruir cualquier objeto, aunque fuese sobre aguas neutrales. El hecho de que el vuelo KAL 007 sobrevoló Kamchatka accidentalmente ya le había convertido en “intruso”. Una década más tarde, el piloto Gennady Ossipovich, cuyo interceptor asestó el golpe de gracia, confesó lo siguiente a la prensa rusa: “Llegué a ver [que el objeto] contaba con dos hileras de ventanas, y supe que era un Boeing civil. Pero eso no significaba nada para mí, porque es fácil convertir un vuelo civil a uno militar.” El piloto también confesó haber mentido posteriormente sobre detalles que se presentaron para alegar la legitimidad del vuelo: que el Boeing carecía de luces de navegación o estrobos, que habían disparado bengalas, o que habían establecido contacto por radio.

Doscientos sesenta y nueve...¿muertos?

Basta con acudir a cualquier enciclopedia para leer los pormenores del caso, las acusaciones que se presentaron, la consternación internacional ante la destrucción del artefacto, etcétera. Pero lo que nos interesa aquí es la posibilidad de que muchos pasajeros sobrevivieron la destrucción del KAL 007, y – al igual que los pasajeros de la mítica serie LOST – fueron a parar al infierno.

Se corrió el rumor de que uno de los pasajeros coreanos había llamado a su esposa después de la tragedia – y esto era antes de los teléfonos móviles – pero que la llamada había sido interrumpida súbitamente. La organización Comité por el Rescate de KAL 007 afirmó haber recibido una misiva de la hija de uno de los pasajeros, informando que durante su niñez, su madre había confirmado el relato. La llamada había sido recibida y almacenada en la cinta magnética de un antiguo contestador; la esposa reconoció la voz de su marido enseguida, pero la llamada se cortó. La grabación fue remitida a las autoridades coreanas para su análisis, pero se dijo posteriormente que aunque la voz era en efecto la de su marido, se trataba de un mensaje antiguo que había “sangrado” de una llamada posterior, pero tratándose de una cassette nuevo, la mujer descartó esta posibilidad y comenzó a sospechar que su gobierno le ocultaba algo. ¿Hubo sobrevivientes al desastre del KAL 007? Y de ser así...¿cual era su paradero?

Durante un viaje a la Federación Rusa tras la caída de la URSS, un activista estadounidense afirmó que dos individuos se le acercaron para decirle: “Tenemos a tu congresista”. Perturbado, el activista se apartó de ellos hasta darse cuenta que se referían a Larry McDonald, supuestamente muerto en el KAL 007. ¿Una equivocación?

El ministro de una congregación protestante en Nueva York había ido a Rusia en esos primeros años de la presidencia de Yeltsin para entrevistarse con pastores rusos que habían luchado por su fe, acabando como víctimas del hostigamiento por la KGB y como “huéspedes” del gulag. Uno de los pastores estaba convencido de que su campo de concentración albergaba estadounidenses que habían llegado pocos días después de la destrucción del avión de pasajeros. Vestían a la manera occidental hasta que se les puso el uniforme que llevaban los presos.

El Comité por el Rescate de KAL 007 presenta una relato aún más desconcertante: David Stavitski, un estudioso ruso, dijo que tres meses después de la destrucción del KAL 007, tuvo la oportunidad de hablar con un militar ruso, el coronel Kodumov. Hablaron “sobre el uso de la parapsicología para alterar la percepción” – un programa denominado ADNURE, cuyo objetivo consistía en capturar ciudadanos de otros países para borrar sus identidades, convirtiéndolos en espías antes de devolverlos a sus países de origen. Por descabellado que pueda sonar, los secuestros de ciudadanos japoneses y surcoreanos por la dictadura norcoreana son de conocimiento común. ¿Intentos por parte de la dictadura de Kim Il-Sung y Kim Yong-Il por hacer algo parecido?

Los dirigentes de la antigua URSS tenían un interés especial en el control mental, desde enigmáticas señales de radio como el “pájaro carpintero” (Woodpecker) que inundaba la banda de onda corta entre 1976 y 1989, y cuyo peligro sobre el sistema nervioso central de los seres humanos fue dado a conocer por el Dr. Milton Zaret. Otro galeno, el Dr. Andrew Michrowski, aseveraba: “Los soviéticos están al borde de un descubrimiento en la nueva tecnología que resultará en la obsolescencia de los proyectiles y bombarderos. Podrán infundir sensaciones de pánico o enfermedad en países enteros”. El interés de la KGB por la PES y otros medios psíquicos fue investigado por Jacques Bergier, quien describió la existencia de “comandos” de la KGB encargados de suprimir psíquicos disidentes – los temidos “volkodav”. Vistas desde esta perspectiva, las alegaciones sobre el programa ADNURE resultan perfectamente factibles

Pero sigamos con la narración de Stavitski: “Las personas acondicionadas regresarían a sus países natales, respondiendo en todas las formas imaginables como ciudadanos de su nación, pero manteniendo fiel obediencia a sus controladores de la KGB.” El coronel Kodumov pensó que los pasajeros del KAL 007 acabaron como cobayas de este programa de control mental. .

Si los pasajeros del vuelo Oceanic en LOST acabaron en un bondadoso – aunque desconcertante – paraíso tropical, los supuestos sobrevivientes del KAL 007 acabaron en la nieve y pantanos de Siberia. El fallecido Avram Shifrin, quien padeció años de cautiverio en el gulag y formó un centro para desvelar la existencia de “cárceles, psicoprisiones y campamentos de trabajos forzados en la antigua URSS”, afirmó haber fraguado una red de contactos dentro del país a consecuencia de su estadía en Kazajstán. Resulta interesante que Shifrin no era ningún insumiso o disidente, sino un militar de alto rango en el ejercito ruso, acusado de espionaje.

Según los datos aportados por Shifrin, los sobrevivientes del 007 fueron rescatados del mar por la guardacosta sovietíca y transportados a la base de la KGB en Sovetskaya Gavan en Siberia (al otro lado del Estrecho de Tartaria) y a 400 kilómetros al norte de Vladivosktok. La policía política dividió a los sobrevivientes en grupos de hombres, mujeres y niños, transportados a un campamento localizado a lo largo de la línea ferroviaria Baikal-Amur. Los varones fueron enviados a distintos campamentos en toda Siberia, que alojaban a pilotos y prisioneros estadounidenses de las guerras de Corea (1950-1952) y Vietnam (1964-1973). Según la organización de Shifrin, estos campamentos para “forasteros” se caracterizaban por estar lejos de cualquier aldea o villorrio. Los pilotos y personal con conocimientos aeronáuticos habrían sido llevados a Rogers’ Bay en la isla de Wrangell, pero dichos campamentos fueron abandonados posteriormente.

El destino del congresista McDonald, fundador de los YAF y vicepresidente de la ultraconservadora sociedad John Birch, fue el siguiente: el 8 de septiembre de 1983, fue transportado por unidades especiales de la KGB hasta Moscú desde la ciudad de Khabarovsk. Los lectores de las novelas de ficción de Ludlum, LeCarré y otros autores se podrán imaginar las torturas a las que habrá sido sometido el político. Conocido solo como “el prisionero número tres”, McDonald acabó recluido en la prisión de Lubyanka y entrevistado repetidas veces por la alta directiva de la KGB. Posteriormente se le trasladó a otra prisión conocida – Lefortovo – donde los presos enfrentan condiciones horrendas. Siempre según las afirmaciones de Shifrin, la interrogación de McDonald prosiguió en Sukhanova, donde se sospecha que la administración de drogas de control mental acabó borrando su identidad del todo. El congresista fue a parar, en1987, en una pequeña cárcel en Temir-Tau (Kazajstán), cuyos alcaide pudo identificarlo a partir de una fotografía envejecida por medios fotográficos. Se desconoce su paradero actual.

“Hell is for Children”

Los niños tuvieron una suerte aún más cruel: fueron internados en orfelinatos de Vladivostok y en las afueras de Novosibirsk con base a sus rasgos raciales para “asimilarlos a las poblaciones de las respectivas regiones.”

El Comité por el Rescate de KAL 007 alega que dos hermanas de raza caucasiana – Stacey y Noelle Grenfell, de tres y cinco años de edad, oriundas de Rochester, N.Y., fueron remitidas al orfelinato de Vladivostok, donde permanecieron hasta comienzos de los ’90. La mayor fue enviada a estudiar medicina en el hospital de la ciudad de Khabarovsk, egresando tres años más tarde y trasladada a un lugar desconocido. Su identificación fue posible gracias al director del centro de estudios. De su hermanita no se tuvo noticias. ¿Se les habrá borrado la memoria? ¿O tal vez el sufrimiento, los castigos y la inanición les hicieron aceptar nuevas identidades y suertes? La miseria de Vladivostok, para dos niñas criadas en los suburbios de una ciudad estadounidense, sería suficiente como para enloquecerlas en su infancia.

Como si esta situación no fuese alucinante de por sí, tenemos el comentario realizado por uno de los famosos “visualizadores remotos” del proyecto GRILLFLAME del ejército estadounidense

El destino tampoco se apiadó de las supuestas sobrevivientes de raza coreana: el grupo obtuvo noticias de una joven asignada a realizar trabajos forzados en un campamento de leñadores en Tynda, Siberia. Perdió uno de sus brazos durante un accidente de trabajo antes de 1985, siendo enviada después Nakhoda en el círculo polar ártico. Las circunstancias le obligaron a contraer matrimonio con uno de los aldeanos, y se sabe que tuvo varios hijos. “Los aldeanos viven en condiciones infrahumanas y casi no tienen contacto con el mundo externo,” señala el informe. Resulta interesante que los aldeanos la tomaron por siberiana debido a sus rasgos físicos, pero que la desventurada joven no hablaba con nadie, y que “hombres de autoridad” la habían traído y se la habían llevado.
¿Como mantener control sobre alguien que ha conocido una vida mejor, y que seguramente añora por volver a ella? La KGB designaba “controladores” locales encargados de negar comida a los internados, comunicando su comportamiento a los mandos de la policía política.

Conclusión

Tal vez el lector se sienta defraudado al ver la cantidad de veces que se dice que la información es un alegato, una sospecha, o según los datos proporcionados por terceros, pero la enormidad de la situación es tremenda. A pesar de que la URSS ha desaparecido, la Federación Rusa regresa lentamente al control de elementos de la antigua KGB, con uno de sus antiguos agentes – Vladimir Putin – llevando la batuta. Admitir que el Boeing 747 sobrevivió un amarizaje forzado, y que muchos de sus pasajeros sobrevivieron sin ser repatriados a sus países de origen, sería un destape tan sensacional y peligroso como cualquier información supuestamente relacionada al choque de platillos voladores.

FUENTES:
The International Committee for the Rescue of KAL 007 Survivors, 2005.
Pearson, David. KAL-007, the Cover Up. NY: Summit Books, 1987
Bowart, Walter. Operation Mind-Control. NY: Fontana Original.
“Soviet Covert Operations Against American POWs in WWII, Korea and Vietnam”
http://www.usvetdsp.com/story29.htm
http://www.conservapedia.com/Talk:Korean_Airlines_Flight_007
http://articles.cnn.com/2010-09-26/world/north.korea.explainer_1_north-korea-kim-il-sung-kidnapping-japanese-citizens/2?_s=PM:WORLD

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